Señor Presidente de la República, ilustres representantes de las religiones mundiales:
Es un honor para mí intervenir en este importante encuentro internacional en la estela del "espíritu de Asís".
Esta cita, que se repite cada año, constituye una señal importante frente a las guerras y las crisis que están afectando al mundo de hoy, revelando la fragilidad de la humanidad.
Es la respuesta de los hombres de fe, que se reúnen para dirigirse a Dios y para dialogar, convencidos de que no se puede obtener la paz sin la oración, la oración de todos, como acabamos de hacer.
Doy las gracias por la invitación de la Comunidad de Sant'Egidio, con la que la comunidad sij está unida por una amistad de hace años.
Nuestra comunidad viene de una historia de sufrimiento que nos ha enseñado a apreciar el valor del encuentro y del diálogo para superar las diferencias y vivir en armonía.
Creemos que la religiones tienen una fuerza poderosa, y ocasiones como esta nos ayudan a recordarlo y a reforzar la unidad entre los creyentes, para luchar juntos, sin renunciar cada uno a su identidad. Nos alegra formar parte de este camino de paz.
Los aquí presentes, representantes de distintas religiones y culturas, tenemos la responsabilidad de guiar al mundo para que abra su corazón a construir una fraternidad universal, como ha dicho nuestro fundador Sri Guru Nanak Dev Ji: La religión más elevada es la de cultivar la fraternidad universal y de considerar que todas las criaturas son como nosotros.
No puedo dejar de pensar en la sintonía de estas palabras con las de la Encíclica Hermanos todos del papa Francisco. Todo está conectado, todo ser vivo no es más que un fragmento de un conjunto.
Nuestros pueblos son una única y gran familia, que debe permanecer unida en este momento doloroso para hacer frente a una pandemia que hace aumentar la pobreza y la inseguridad.
Estamos convencidos de que luchando juntos para la protección de la vida humana y trabajando para proteger el medio ambiente podremos derribar las desigualdades y dar un futuro de paz a nuestros hijos.
La comunidad sij de Itali está aquí para afirmar que amamos la paz y queremos hacer nuestra aportación para construir un mundo de paz.
Gracias