15 Septiembre 2019 18:00 | Palacio Municipal de Congresos de Madrid
Discurso de Mohammad Al-Mahrasawi
La paz sin fronteras desde un punto de vista islámico.
En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso y de la Paz de la que habla en su Libro: "¡Oh, gente de la Escritura, [...]! Os han llegado de Dios una Luz y un Libro claro. Con ellos Dios guía por el camino de la salvación a aquellos que tienden a complacerle. Los saca de las tinieblas y los lleva a la luz, por su voluntad los guía por el camino recto". (Mâ'ida/La mesa dispuesta: 15 – 16). Y paz y bendiciones sobre Mahoma, nuestro coronado mensajero, señor y amo de la Humanidad: "En realidad tú guiarás por el recto camino, por el camino de Dios, a Aquel a quien pertenece todo lo que han en los cielos y en la tierra. Sí, vuelven a Dios todas las cosas". (ash-Sura/La consulta: 52 – 53).
Distinguidos caballeros y damas:
Les saludo a todos con el saludo del islam, es decir, la paz; que la paz y la misericordia y las bendiciones de Dios estén con ustedes.
Permítanme empezar manifestando mis más sinceros agradecimientos y mi más gran consideración al profesor Marco Impagliazzo y a todos los colegas de la Comunidad de Sant’Egidio por haberme invitado a hablar en este encuentro.
Aquí puedo afirmar que la paz, como un afecto universal que une a los corazones y libra del odio las almas y a las personas, está arraigada en todas las religiones monoteístas, incluida la religión islámica. Quisiera decir una vez más que, en la historia humana, ninguna religión, ningún principio ni ningún pensamiento se ha planteado plenamente la "paz ilimitada" como lo ha hecho la religión islámica. Las enseñanzas de la religión islámica son justas y compasivas en grado máximo, pero es tarea de los hombres reconocerlo y transformarlo en realidad. Cuando no lo reconocen, recurren a eslóganes llamativos y a filosofías que limitan el contenido de "paz sin fronteras". En el Corán, se mencionan ciento cuarenta veces la palabra 'paz' y sus derivados.
Son muchas, las enseñanzas del islam que destacan que cuanto más se difunde la paz en los corazones de las personas y en la Tierra, más crece el sentido de tranquilidad, consuelo y satisfacción por lo que Dios ha creado de hermoso en su creación y en sus horizontes, y por tanto se llega fácilmente al deseado conocimiento humano, caracterizado por la piedad.
A este respecto, hay que destacar que al-Azhar es la institución más activa en este ámbito, que intenta hacer realidad las esperanzas de los pueblos y consolidar los valores de la paz mundial entre la gente y sentar las bases para la convivencia pacífica. Quien sigue los esfuerzos del gran jeque de al-Azhar, el profesor Ahmed Tayeb, ve rápidamente lo que hace el gran imán para reafirmar la paz con los demás y difundir la cultura de la convivencia pacífica entre los seres humanos, incluido el acontecimiento que nos ocupa.
Concepto de paz sin fronteras:
El concepto de paz en nuestra religión islámica es un concepto universal cuyo significado gira en torno a la condescendencia, la seguridad, la reconciliación, la tranquilidad, la satisfacción, el afecto, la justicia con uno mismo y con los demás. El mundo de hoy necesita urgentemente al menos uno de todos estos valores.
Lo más sublime de este nombre o de este concepto es que se trata de uno de los nombres de Dios que Él se da a sí mismo en su libro: "Él es Dios, y fuera de Él no hay otro dios, el Rey, el Santo, la Paz, el Fiel, el Guardián, el Excelso, Aquel que domina Su voluntad, Aquel que es consciente de su grandeza. Gloria a Dios, más de la que le dan" (aI-Hashr/El Éxodo: 23); porque está protegido del azote de los cambios y de los accidentes, es Eterno, perece la creación y Él no perece y Él es Todopoderoso.
Dios, la Paz, ha sintetizado su llamamiento a la humanidad como si hubiera sido expresamente para el Hogar de la paz: "Dios llama a la Morada de la Paz [...]." (Yûnus/Jonás: 25), por tanto se la atribuye a Sí mismo para que todos sepan que los vencedores de esta Morada, llena de gracias y de bendiciones, están seguros. Esta es la Morada de la Paz donde prevalece una paz perpetua y el saludo de quienes viven allí será 'Paz': "[...]. Los ángeles irán a visitarlos, entrando en cada puerta [y dirán]: "La paz esté con vosotros, pues habéis sido perseverantes. Qué hermosa es vuestra Última Morada". (ar-Ra'd/El trueno: 23 – 24). Este será el saludo de los creyentes cuando se encuentren con Dios: "El día que nos encontraremos con Él, su saludo será: "Paz". Él les ha preparado una generosa recompensa". (al-Ahzab/Los aliados: 44).
La novedad que queremos destacar de este discurso es representar en realidad este significado global de 'paz sin fronteras', que es lo que el Profeta del Islam y de la paz, paz y bendiciones sobre Él (pbse), utilizó para traducir de manera práctica para todos el concepto de la paz global sin fronteras. Hussein Ibn Ali narró que, cuando le preguntó a su padre sobre la biografía de su abuelo, el Profeta (pbse), su padre dijo: "El Mensajero de Dios siempre estaba feliz y era educado. Siempre había una sonrisa y un gesto de felicidad en su rostro bendito. Tenía un carácter amable y cuando las personas necesitaban su aprobación, se la daba fácilmente. No hablaba ásperamente, tampoco tenía un corazón duro. No hablaba gritando, ni era descortés ni hablaba indecentemente. No buscaba los defectos de los demás. Se mantenía alejado de un lenguaje indeseable".
Añadió: "Se alejó por completo de tres cosas: discusiones, orgullo y expresiones insensatas. Pidio a la gente tres cosas: que no deshonraran a nadie, que no insultaran a nadie y que no buscaran los defectos de los demás. Solo hablaba de lo que se podía aprender algo. Cuando hablaba, los presentes se quedaban inmóviles en señal de respeto. Cuando terminaba su discurso, solo entonces los demás podían empezar a hablar. Cada vez que alguien le hablaba, los demás callaban y escuchaban hasta que terminaba. Para él la palabra de cada uno era la más importante. Cuando todos reían por algo, Él también reía. También Él mostraba sorpresa ante las cosas que sorprendían a la gente. Tenía paciencia con las preguntas indecentes. Cuando alguien le agradecía un buen favor o una buena acción, se quedaba en silencio. No interrumpía a nadie mientras hablaba. Si alguien se pasaba del límite, lo paraba: se levantaba y se iba".
Los textos del Corán y de la Sunna, que invitan a consolidar la "paz sin fronteras" y a difundir su cultura entre los habitantes de la tierra, son tantos que no se pueden enumerar en tan poco tiempo, pero basta con hablar sobre el hecho de que el islam, a través de la consolidación del principio de paz, ha intentado llegar a la convivencia entre los distintos pueblos del mundo.
Quien sigue las enseñanzas de nuestro Guía (pbse), descubre que el Profeta encarnó en realidad la "paz sin fronteras" aplicándosela a sí mismo, en su familia, en su pueblo y en todo el mundo; y también descubre que, basándose en sus enseñanzas, dio inicio el llamamiento del islam a la "paz sin fronteras", considerada la regla total del islam, que implica la paz del hombre consigo mismo, con la familia, con la sociedad y con el mundo entero.
Primer tipo: Paz del Hombre consigo mismo
La paz del hombre consigo mismo se considera la primera fase para la paz en el mundo y el primer grado de la paz global y sin fronteras. Cuando el hombre alcance la paz consigo mismo, encontrará seguramente la paz con su familia, con su país y con su comunidad.
El signo de este tipo de paz es que la vida del hombre no tiene rivales ni odios. Esto es lo que el Mensajero de Dios (pbse) inyecto en las almas de sus compañeros cuando les enseñó que, entre el pueblo del Paraíso, hay personas poco conocidas que no tienen en su alma odio hacia nadie: "Ahora un hombre del pueblo del Paraíso se presentará ante vosotros". En aquel momento entró un hombre al que todos conocían. Cuando aquel hombre se fue, uno de los compañeros lo siguió para preguntarle qué había hecho para que el Profeta (pbse) le prometiera el Paraíso. Tras haber constatado que el comportamiento del hombre era recto y en armonía con las normativas del islam y las enseñanzas del Profeta, pero sin nada más que le hiciera merecedor de aquel honor, el compañero le dijo: "¿Por qué, pues, el Mensajero de Dios (pbse) te ha prometido el Paraíso?". El hombre dijo: "Yo rezo como vosotros, ayuno como vosotros y pago el azaque como tú, pero por la noche duermo sin tener en mi corazón rencor ni odio por nadie".
La amenaza más peligrosa para el mundo de hoy es la pérdida de la paz del hombre consigo mismo y la falta de reconciliación con uno mismo, que se reflejan en dimensiones serias de la paz con los demás. La constitución divina, "el Corán", no trata de un personaje sino del personaje "hipócrita"; este personaje, cuando no pierde la paz consigo mismo, pierde la paz con su comunidad y por eso dice con la lengua lo que no cree en su corazón, refleja distintos males, no mantiene las promesas, teme que la gente revele su verdad y vive en un profundo miedo, creyendo que se trata de una sensación temporal que tarde o temprano terminará, pero que permanece en él hasta el último día de este mundo, pasa con él al más allá y, finalmente, lo lleva al Infierno "Cuando os lleguen, su oído, sus ojos y sus pieles darán testimonio contra ellos, por lo que habrán hecho. Y dirán a sus pieles: "¿Por qué habéis dado testimonio contra nosotros?". Contestarán: "Ha sido Dios, quien nos ha hecho hablar, [Él es] quien hace que todas las cosas hablen. Es él, quien nos creó y a Él seréis reconducidos". (Fussilat/Expuestos claramente: 20 – 21).
Aquel que tiene comportamientos desviados está entre las personas que no tienen paz y reconciliación consigo mismas. Por tanto ¿cómo puede haber paz entre él y los demás?
Aquel que se desvía del camino de la vida religiosa o legal no puede primero alcanzar la paz consigo mismo. ¿Cómo puede, pues, alcanzarla con los demás, a la luz del principio "nemo dat quod non habet" (nadie da lo que no tiene)?
Segundo tipo: Paz del Hombre con su familia
Este tipo es la segunda fase del proyecto "paz islámica sin fronteras", un principio y un origen islámico, como demuestran las palabras del Profeta que narra Ibn Majah en su Sunna: "El mejor entre vosotros es aquel que es el mejor para su familia y yo soy el mejor de vosotros para mi familia"; y las que narró Abd-Allaah ibn Amr: "El mejor de vosotros es aquel que es el mejor para su esposa".
La familia en el primer hadiz incluye a los parientes en general y a las esposas en particular: en sus relaciones con Su familia, el Profeta (pbse) encarnó un modelo de humanidad hasta el día del juicio y un mensaje a muchas familias del mundo que, en lugar de la paz, tienen conflictos no pacíficos entre esposos o entre miembros de la familia.
El Profeta (pbse) estableció una paz familiar sin fronteras: Él amaba mucho a sus esposas y a sus hijos, nunca era arrogante, ayudaba a sus esposas en las tareas domésticas a pesar de su virilidad completa, aceptaba sus excusas y escuchaba sus consejos. En el momento de estipular el Acuerdo de al-Hudaybiyya, el Profeta (pbse) escuchó el consejo de su esposa de afeitarse la cabeza, de sacrificar un animal y de librarse del estado de Iḩrām.
Tercer tipo: Paz del Hombre con su comunidad.
Este aspecto representa la tercera fase del proyecto de "Paz islámica sin fronteras". Constituye un principio y un pilar islámico. Se trata de la paz con la sociedad, representada por un hermano de la humanidad, sean cual sean sus convicciones, su sexo o su color. Es un tipo de paz que previene la hostilidad, el odio, el rencor que, a su vez, desembocan en guerras, en destrucción y en caos. El islam ordenó la paz porque, de conformidad con el Corán, comporta amor y, por tanto, rechaza el odio: "Rechaza aquella con algo que sea mejor: aquel de quien te dividía la enemistad, se convertirá en un amigo afectuoso". (Fussilat/Expuestos claramente: 34). Eso es lo que significa rechazar con la paz las malas acciones. Si se aplicara este principio, la paz reinaría en todo el mundo.
La realidad de los hombres es que son envidiados a causa de la gracia y son perseguidos por el daño intencional: si el hombre no es pacífico, sufre la envidia y se ve dominado por los caprichos de sus enemigos, no goza, pues, de la gracia y no tiene una vida serena. Pero si es pacífico, vence, gracias a esta paz suya sobre sus enemigos, y queda protegido de la envidia, y goza de la gracia y tiene una vida serena.
El Profeta resume este concepto en una frase en su sermón del día de despedida: "¿Queréis saber quién es el verdadero creyente? El creyente es aquel de quien están a salvo las vidas y las riquezas de las personas; y el musulmán es aquel de quien están a salvo la lengua y la mano de las personas, que ha liberado a los musulmanes de su lengua y de su mano.
Cuarto tipo: Paz del Hombre con el mundo entero.
Esta es la cuarta frase del proyecto de "paz islámica sin fronteras", que es eslabón que falta de los principios, las ideas y las políticas conteporáneas. Es la dimensión más amplia de la "paz islámica sin fronteras" y es la piedra angular de todas estas tendencias humanas.
En sus enseñanzas, el islam muestra la brillante imagen de la "paz islámica sin fronteras" con los no musulmanes, vivan o no junto a nosotros en una única patria. Eso ayuda a conquistar sus corazones y a ayudarlos a aceptar el islam, como en el versículo: "Dios no os prohíbe ser buenos y justos con quienes no han luchado contra vosotros por vuestra religión y que no os han echado de vuestras casas, pues Dios ama a aquellos que se comportan con equidad. Dios os prohíbe solo ser aliados de quienes han luchado contra vosotros por vuestra religión, que os han echado de vuestras casas, o que han contribuido a expulsaros. Aquellos que los consideran aliados son los injustos" (al-Mumtahana/La examinada: 8 – 9).
Una de estas enseñanzas es que un musulmán por ley debe ayudar a quien le pida ayuda, protegerlo y lograr que vuelva a casa de manera segura. Algunos estudiosos afirman incluso que en el islam la concesión por parte de un Estado a un ciudadano extranjero, por motivos religiosos o mundanos, es un contrato de seguridad que hay que respetar. Dios dice: "Y si algún asociador te pide asilo, concédeselo para que pueda escuchar la Palabra de Dios y luego déjalo ir de manera segura. Eso, en cuanto es gente que no conoce" (at-Tawba/El arrepentimiento o la desaprobación: 6)
Sí, damas y caballeros,
hoy estamos aquí para recoger los frutos de la paz con los no musulmanes, como la cooperación recíproca y el intercambio de experiencias en varios campos (educación, industria, comercio y agricultura) para traer el bien y el desarrollo a la humanidad y seguridad al mundo entero. El Corán dedica una Sura (al-Mumtahana/La examinada) que incluye los principios generales de las relaciones con los no musulmanes e incluye los conceptos de afecto y de justicia. Dios une así a todos los que siguen la doctrina de la religión de Abrahán, primera religión celestial: "Realmente han sido para vosotros una buena enseñanza, para quien espera en Dios y en el Último Día". (al-Mumtahana/La examinada: 6)
El Mensajero de Paz aplicó este concepto y, en sus enseñanzas, exhortó a seguirlo. Cuando llegó a Medina, uno de los mandamientos que dijo a quienes se sentaban a su alrededor era: "Oh, gente, saludaos (uno a otro), mantened las relaciones con vuestros parientes, dad de comer (a las personas) y rezad por la noche cuando las personas duermen y entraréis en el Paraíso en paz".
Como forma de saludo, el islam eligió la palabra "paz". Y difundir la paz es un signo de amor, un signo de verdad y también una prueba de la fe de quienes la pronuncian y la difunden entre las personas. Por eso el Profeta condicionó la entrada en el Paraíso a la difusión de la paz: "No entraréis en el Paraíso si no creéis; y no creeréis si no os amáis entre vosotros. ¿Tengo que informaros de algo que, si lo hacéis, os amaréis entre vosotros? Promoved los saludos entre vosotros".
El Profeta puso de manifiesto que el deber más importante de quienes se sientan por las calles es intercambiar un saludo con los que pasan: "Si insistís en sentaros en la calle, entonces respetad los derechos de la calle". Ellos preguntaron: "¿Cuáles son los derechos de la calle?". Él contestó: "[...], devolved el saludo".
Cuando los que se sientan por la calle devuelven el saludo a quienes pasan por la calle transmiten una cierta seguridad y sentido de tranquilidad.
El islam prohíbe toda forma de agresión –física o verbal– contra los no musulmanes que tienen lazos de alianza o acuerdos con los musulmanes, como dice el Profeta: "Quien asesine a un aliado (una persona a la que los musulmanes conceden protección) no sentirá el perfume del Paraíso que se puede sentir a cuarenta años de distancia (de viaje)".
Por último, el camino que lleva a la "Paz islámica sin fronteras" es conocerse uno a otro con la piedad: "Oh, hombres, os hemos creado de un hombre y de una mujer y os hemos convertido en pueblos y tribus, para que os conocierais. Ante Dios, el más noble de vosotros es aquel que más lo teme. Dios en realidad es sabio, está bien informado". (al-Hujurat/Las estancias íntimas: 13).
La importancia de la paz es evidente cuando se recogen sus frutos, entre los que recordamos:
- Sensación de tranquilidad: el sentimiento de consuelo y seguridad es uno de los conceptos más importantes asociados a la paz entre Estados y sociedades en las que hay un estado de estabilidad psicológica entre los miembros de estos pueblos.
- La conservación de vidas y propiedades; las guerras se cobran muchas vidas en varios países del mundo, además de los graves daños materiales que sufren los países involucrados en un estado de guerra.
- El desarrollo de las sociedades: no puede haber un renacimiento humanitario en los países que no viven en un estado de paz donde dominan las turbulencias permanentes, miedo de salir y de no volver, además del impacto del estado de guerra en las condiciones económicas, sociales y de vida de las personas, lo que afecta al sector industrial, agrícola y comercial.
- En conclusión, no puedo más que dirigirme a Dios, Todopoderoso, para pedirle que la paz y la armonía reinen en todo el mundo y que todas las personas –independientemente de su color, ideas y creencias– vivan como hermanos, como Dios quiso. Que la paz y las bendiciones de Dios estén sobre el Profeta, Mahoma, su familia y sus compañeros. Que la misericordia y las bendiciones de Dios estén con ustedes.
El discurso que el gran imán pronunció a los fieles de Occidente en la Universidad de Münster era de una gran sinceridad y franqueza:
"Distinguidos señores: ¿cómo es posible que el concepto de paz en las religiones? La respuesta con la que concluyo es: lo primero es conseguir la paz entre los hombres religiosos, pero no entre las personas de la misma religion sino entre ellos y los intelectuales y los politicos, cuyas decisiones a menudo dependen de intereses y fines muy alejados de los valores y los principios humanos. Para resolver este dilema lo primero es la necesidad de un dialogo que busque los numerosos puntos afines entre las diferentes religiones. Si las religiones no se reconcilian entre ellas, no seran capaces de pedir la paz y predicarla a las personas, ya que segun el principio “nemo dat quod nonhabet” (nadie da lo que no tiene”.
Afirmando lo que ya habia dicho, ha anadido: “A pesar de todos los resultados positivos obtenidos, como es posible que la paz se haya convertido en el paraiso perdido? Como es posible que en la era de los derechos humanos hayamos asistidos a actos dishumanos, que nunca habian sucedido antes? La respuesta es, y creo que estais de acuerdo conmigo, es que la civilizacion moderna ha dejadode lado las religiones divinas, y sus solidos valores morales que no cambian segun los intereses del momento o segun el capricho y la concupiscencia. Antes de nada hay que recordar el valor de la fraternidad, del conocimiento, del amor y dela compasion entre los hombres. Hay que recordar constantemente a la gente, que todos somos hijos de Dios y que Dios ama mas a aquellos que hacen el bien a los demas; para evitar que el mundo se convierta en una jungla de animales feroces.
Creo que la tierra esta lista para que las religiones asuman su papel en el resaltar el valor de la paz, de la justicia, de la igualdad y del respeto por todos los seres humanos, independientemente de su religion, del color de la piel, de la raza o del idioma: “En verdad hemos honrados a los hijos de Adan, los hemos llevado por la tierra y el mar y les hemos ofrecido manjares suculentos y les hemos preferido sobre muchas de nuestras creaturas.” (al-Isrâ'/El viaje nocturno: 70); y tambien: “Oh gentes, os hemos creado a todos de hombre y mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os reconocierais los unos a los otros.” (al-Hujurat/Las salas intimas: 13).
al-Azhar sigue colaborando en el campo de la religion para consolidar la filosofia de la convivencia, para insistir en la importancia del dialogo y el repeto por las otras religiones y trabajando juntos en todo lo posible y acordado con los creeyentes de las otras religiones. Trabajemos juntos por el bien de los debiles, vulnerables, los hambrientos, los que tienen miedo, los prisioneros y los desesperados de la tierra sin ninguna distinicion, ni discriminacion.