Deseo ahora enviar un saludo cordial a los participantes del Congreso Internacional “Hombres y Religiones”, que tiene lugar en Cracovia con el título: “Religiones y culturas en diálogo”. Un gran número de personalidades y representantes de diversas Religiones – invitadas por el Arzobispado de Cracovia y la Comunidad de Sant’Egidio – se han reunido para reflexionar y orar por la paz, a 70 años del estallido de la Segunda Guerra Mundial. No podemos no recordar los hechos dramáticos que decidieron el inicio de los conflictos más terribles de la historia, que causaron decenas de millones de muertos y han provocado tanto sufrimiento al querido pueblo polaco; un conflicto que ha visto la tragedia del Holocausto y el exterminio de otros muchos inocentes. La memoria de estos sucesos nos impulsa a orar por las víctimas y por aquellos que aún llevan las heridas en el cuerpo y en el corazón; es también una advertencia para todos de no repetir semejante barbarie y de intensificar los esfuerzos para construir en nuestro tiempo, marcado aún por conflictos y contraposiciones, una paz duradera, transmitiendo, sobre todo a las nuevas generaciones, una cultura y un estilo de vida marcado por el amor, la solidaridad y al afecto hacia el prójimo. En esta perspectiva, es particularmente importante el papel que las Religiones pueden y deben dar para promover el perdón y la reconciliación contra la violencia, el racismo, el totalitarismo y el extremismo que desfiguran la imagen del Creador del hombre, cancelando el horizonte de Dios y, en consecuencia, llevan al desprecio del hombre mismo. Que el Señor nos ayude a construir la paz, partiendo del amor y de la comprensión recíproca (cfr Caritas in veritate, 72).