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Jean-Pierre Denis

Director de "La Vie", Francia
 biografía

 Es verdaderamente un honor muy grande presentar esta mesa, aquí en Madrid. 

Es también un momento un poco emocionante para mi. Porque la ultima vez que vine en Madrid tenia 5 anos y mi madre tuvo que salir bastante de prisa del Prado conmigo, para pasear en el Retiro. En esta época no me interesaban muchos los Velázquez. 
Ahora, proponer un diálogo entre humanistas y creyentes en un seminario católico español puede parecer algo peculiar. Porque, de verdad, nadie puede olvidar que las relaciones entre ciertos corrientes católicos i otros mas laicos en España fue a veces difícil. Especialmente cuando se toca a la recuperación de la memoria histórica, como ustedes saben mejor que yo. Aun muchos no creen en este diálogo, en ambos lados. A lo mejor prefieren un enfrentamiento ideológico que da el sentimiento de reforzar su identidad más o menos perdida o disminuida.
Pero a mi parecer las cosas complejas son las mas interesantes, mas interesantes que las caricaturas. Y si uno quiere hablar de paz sin fronteras, que es el temo de este convenio, hay que tomar el riesgo de la encuentra, el riesgo del dialogo. Y a veces este dialogo es algo non solo político o intelectual, pero también intimo, personal. Lo que no es siempre más fácil. A veces hablar con si mismo es un riesgo ¡
Personalmente no soy sencillamente el director de un periódico católico llamado La Vie, o “la vida” en Paris. Soy hijo de un padre católico que andaba a misa solo para escasas ocasiones, y de una madre judía que fue protegido en un convento de religiosas francesas durante la guerra y también una madre atea que me envió al catecismo. I también si soy el director de un semanal cristiano, La Vie pertenece al grupo Le Monde, un diario que no tiene nada que ver con la Iglesia. 
No sé si estos paradojas personales y profesionales tienen algo de significativo o de representativo. Pero me parece que hay números situaciones mas complejas i por eso mas fecundas que uno puede imaginar. Me parece que usted, Juan José Laborda, también tiene abuelos de ambos lados de esta frontera religiosa e ideológica. 
 
 
Pero si hay que hablar de sus madres, a lo mejor ustedes van a preferir otra madre más famosa que la mía. Es decir, por ejemplo, la madre de Pedro Almodóvar. El cineasta evoca con bastante emoción un catolicismo muy tradicional en su ultima película, autobiográfica, Dolor y Gloria.
Almodóvar habla, con la voz de Antonio Banderas, de su peculiar relación con la fe, que cambia en función de los dolores que padece. “Las noches en las que se me juntan cuatro dolores, creo en Dios; las noches en las que solo tengo un dolor, soy ateo” Es una broma que me parece mas judía que cristiana. ¡No se lo que pensará de esto el Rabí Ephraim Murvis! “Las noches en las que se me juntan cuatro dolores, creo en Dios; las noches en las que solo tengo un dolor, soy ateo” 
“Las noches en las que se me juntan cuatro dolores, creo en Dios; las noches en las que solo tengo un dolor, soy ateo” Pero así más o meno somos todos, ¿no? ¿Inclusos a veces los obispos, monseñor Paglia? 
Me parece que lo que dice Antonio Banderas no es tan tonto como parece. Es una definición muy sencilla, muy concreta, del problema de la fe en una época que busca soluciones personales y rápidas, pero que no esta tan materialista como se puede pensar. Todos somos a veces materialistas, pero en ciertas ocasiones, en ciertos momentos de la vida, todos queremos mas. En mi ultimo libro hablo de la ultima pregunta de mi padre, poco antes de morir: “dime cual es el camino”. Es una interrogación universal, la de todos los seres humanos.
 
I para terminar con una palabra mas politica, quería anadir que En Francia, la mayoría de la catolicos se definiría como laica, en el sentido que piensan que la separación de la iglesia i del Estado es una cosa buena y necesaria para ambos. Sin embargo veo tres dificultades principales
- El doble confronto. El con los progresistas a propósito de las cuestiones bioéticas y de sociedad ; y el confronto con los populistas, como se ve en Italia, y el problema de un cristianismo que yo llamo “identitario” y que es un cristianismo sin  Cristo. 
- A veces la sociedad francesa tiene dificultades para reconciliarse con su historia y su cultura cristiana. Eso pertenece a una forma de vergüenza memorial, o de “santa ignorancia”, o aun de falta de educación incluso de los periodistas, de los políticos y de los intelectuales mÁs visibles en los redes sociales.
- algunos manifiestan une hostilidad global a las religiones, porque teman hablar sencillamente de los verdaderos problemas, es decir de las presiones del islam político.