En 1943 era un niño de 7 años, fui deportado a los campos de concentración.
Desde 1973 soy Rabino cerca de Tel Aviv.
Este año participo por d´cima vez en este encuentro maravilloso. Estoy profundamente agradecido e impresionado por todo lo que Sant’Egidio ha hecho para mi y para todo el mundo. Gracias a ellos he tenido la posibildad de encontrar a mi querido amigo, el Santo Padre. Como Rabino uso el término “Santo” porque Maimónides dice que la virtud más grande es la humildad y la humildad es signo de santidad.
He visto en el papa Francisco un claro ejemplo de humildad y santidad para nuestro tiempo así como San Francisco lo fue para su tiempo.
Muchas veces he hablado a los jóvenes porque quien no conoce la historia está condenado a repetirla. Para mi el espíritu de Asís es el mejor ejemplo de humildad y santidad y es la respuesta a la tragedia de la Shoah y de todas las guerras. Porque aquí nosotros decimos al mundo que es posible ser amigos y vivir juntos en paz aunqe seamos diferentes.
Formo parte de este espíritu único como anciano: TODOS DIFERENTES PERO TODOS JUNTOS con la valentía del diálogo, para prevenir todo conflicto y crear un mundo humano donde cada uno pueda reconocer en el otro la imagen de Dios.